Días de saltos pequeños y tímidos,
días de poco salto.
Unos días saltos nerviosos de alegría,
otros salto de altura para poder llegar
y algún salto con susto.
Más días sin saltos ni sobresaltos,
ni salto de cama, ni salto del tigre.
Y de repente un día,
un salto de gigante.
Y mañana...
mañana ya veremos cómo salto.
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